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Con una peregrinación a Andacollo, unas 500 personas, entre estudiantes, directivos, profesores, coordinadores de pastoral, padres y apoderados de colegios católicos y de inspiración cristiana, culminaron el hermoso tiempo de Misión Joven, que Dios nos ha regalado.
Durante la santa misa, en el momento de las ofrendas, se presentó al Señor un par de sandalias, signo de aquel que peregrina y anuncia a Dios en todos sus ambientes y signo de la invitación que nos hace la Iglesia a la Gran Misión Territorial 2014.
También se presentó un cirio encendido, que representa la luminosidad de la esperanza de nuestro corazón, como el Papa nos ha dicho: “también hoy ante tantos cúmulos de cielos grises, hemos de ver la luz de la esperanza y dar nosotros mismos esperanza”.
Una vez celebrada la Santa Misa, desde la Vicaría para la Educación de nuestra Arquidiócesis de La Serena, se nos señala que “ahora nos queda enfrentar el desafío de ser testigos de la buena noticia, vayamos con alegría a anunciar que Jesús está vivo y está con nosotros”.
Esta peregrinación a Andacollo y la celebración de la Santa Misa en la Basílica de este lugar de oración dedicado a nuestra Madre María fue para dar gracias a Dios, quien nuevamente nos convoca ahora a la Gran Misión territorial 2014, tiempo en que la Iglesia nos invita a todos a recorrer calles, villas, poblaciones para anunciar al Dios vivo y verdadero que habita en medio de nosotros, en medio de los jóvenes.