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En el Seminario Mayor San Pedro Apóstol de San Bernardo tuvo lugar el Encuentro Nacional de Seminaristas de Chile (ESECH), con la presencia de Eduardo Herrera Contreras y Luis Díaz Cortes, representando al Seminario Mayor Santo Cura de Ars de La Serena.
Los seminaristas de La Serena, junto a los de Valparaíso, Santiago, San Bernardo, Rancagua, Talca, Concepción y Villarrica compartieron y reflexionaron sobre las diferentes realidades en los seminarios, pero con una realidad en común, ser hombres “Llamados a la vida sacerdotal”.
El Seminarista Luis Díaz comentó que el sacerdote Diocesano de san Bernardo, Padre Mauricio Romero, entregó el tema central del Encuentro, “La formación sacerdotal a la luz de la fe”. “Para esta reflexión el padre se basó en la encíclica del papa Francisco, Lumen Fidei. Nos mostró cómo el seminarista, llamado y escogido por Dios, debe tener una Fe bien formada y muy firme, a imagen de Cristo cabeza y pastor de la Iglesia. Del mismo modo nos presento tres cualidades en la que la Fe del sacerdote debe estar revestido: Una Fe robusta en su adhesión, una Fe Ilustrada e iluminada y una Fe operante”.
Esta jornada incluyó la reflexión en grupos compuestos por seminaristas de diversos Seminarios de chile, mientras que el segundo día se vivió la misa de cierre de la jornada, en la Catedral de San Bernardo, presidida por Monseñor Juan Ignacio González Errázuriz, acompañado del Rector del Seminario Padre Andrés Chamorro y formadores. “En su homilía, monseñor nos invito a ser verdaderos seguidores de Cristo, de igual modo invito a todo el pueblo fiel a seguir orando por las vocaciones a la vida sacerdotal”.
Los seminaristas Luis Diaz y Eduardo Herrera coincidieron en que “el compartir con personas que estamos en un mismo camino, ha sido algo realmente gratificante y lleno de bendiciones, el saber que el Señor sigue llamando a personas con realidades concretas a trabajar por su Viña y a dedicar su vida por los demás. Para nosotros ha sido una oportunidad de agradecer al Señor este hermoso llamado a la vida sacerdotal, agradecer las instancias de oración, y de compartir entorno a la vocación que se dieron en este encuentro, y sobre todo el diálogo compartido entre seminaristas”.
