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Los diáconos permanentes que sirven en las diversas comunidades eclesiales de la Arquidiócesis de La Serena, han elegido a la nueva directiva que los representará por el período 2019-2021, quienes asumieron con gran entusiasmo este nuevo servicio, con el cual pretenden colaborar con sus hermanos en el ministerio, sus familias y el pueblo de Dios que peregrina en esta zona del país.
Es así que el equipo quedó conformado por Alex Robles del templo Catedral, como coordinador; el secretario Iván González, de la parroquia “San Isidro”; Heriberto Berríos del sector La Antena en el cargo de tesorero; mientras que Marcos Rojas, de la parroquia “Ntra. Sra. de Lourdes”, responsable de comunicaciones y proyectos; y finalmente Juan Cortés, de la parroquia de La Higuera, representando acción social y vicarías.
En conversación con el actual coordinador, Alex Robles, manifestó que recibe esta nueva misión “con humildad y sencillez de corazón, considerando que este no es un privilegio, sino que un servicio”.
Además, añadió que “el diaconado permanente entrega un aporte insustituible en la tarea de la evangelización, a partir de la doble sacramentalidad que vivimos muchos de nosotros, es decir, del matrimonio y del Orden. Esto nos constituye como discípulos y misioneros llamados por el Señor para servir a la Iglesia y dar testimonio de nuestra fe en el ambiente familiar y laboral. Queremos, como directiva, continuar con el servicio del quehacer arquidiocesano, inspirados por las Orientaciones Pastorales, para renovarnos constantemente en nuestra misión de comunicar a nuestros hermanos el gozo de nuestra amistad con Dios, quien nos envía, nos acompaña y fortalece en el anuncio de su Palabra”.
Finalmente, el nuevo coordinador quiso transmitir un mensaje a sus hermanos en el diaconado, indicando que “conozco el quehacer pastoral que ustedes realizan, la generosidad con la que cumplen sus tareas, muchas veces difíciles y en ocasiones superior a sus propias fuerzas. Los invito a que nunca perdamos la alegría del servicio que con amor asumimos el día de nuestra ordenación y que seamos siempre agradecidos de la Iglesia por este don providencial. Nuestra responsabilidad diaconal es grande, por eso debemos pedir en la oración la asistencia del Señor, para no defraudar a nadie y así desempeñemos santa y alegremente nuestro servicio ante el pueblo de Dios”.
