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Con sentimientos de esperanza y alegría, 55 feligreses de la parroquia ubicada en el sector suroriente de la ciudad puerto, recibieron don del Espíritu Santo, en celebración eucarística que presidió el Arzobispo René Rebolledo, en compañía del P. Eduardo Álvarez, párroco de la comunidad.
En la ocasión, el sacerdote que atiende pastoralmente el sector, se refirió a la misión que tienen los confirmados al convertirse en adultos en la fe. “Lo primero es ser testimonio en el seguimiento de Cristo, tanto en forma comunitaria como personal, fortalecidos por la fuerza de la Palabra y la gracia sacramental. Ellos deben ser testigos en su familia, lugar de trabajo, en su barrio, en la sociedad y el país, del amor infinito que el Señor nos entrega”, puntualizó.
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