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Congregados bajo el lema Catequista integral, catequista ideal, numerosos agentes de pastoral que desarrollan su apostolado en parroquias, capillas, colegios y unidades pastorales, participaron de la 2ª Jornada Arquidiocesana de Formación, encuentro que tuvo lugar este sábado 31 de agosto en el colegio San Antonio de La Serena y donde se profundizó, entre otros temas, sobre como abordar la formación catequética de personas en situación de discapacidad.
“Es muy importante la formación que deben recibir los catequistas para realizar su trabajo de educación en la fe en las distintas parroquias y comunidades. El tema de este año es la catequesis para personas en situación de discapacidad y lo hermoso es que podemos trabajar con ellas de la mejor manera posible, incluyéndolas en nuestro grupo con los demás”, manifestó el P. Héctor Zambra, asesor de la Comisión Arquidiocesana de Catequesis (COMARCA), quien organizó la jornada.
Durante el desarrollo del programa, se profundizó sobre los aspectos relativos a la salud y aspectos legales que se deben considerar para el correcto trato al trabajar con niños, niñas y adolescentes. “Queremos mostrar la catequesis de una manera mucho más accesible, ya que cada vez a nuestras parroquias y capillas están llegando más niños o jóvenes con diferentes necesidades educativas y los catequistas tienen que estar preparados con algunas herramientas que les sirvan en ese momento y que, a su vez, tanto ellos como los jóvenes puedan sentir la cercanía y la acogida de Dios”, enfatizó Angélica Olivares, psicóloga a cargo de una de las exposiciones.
De igual forma, Petronila Araya, catequista perteneciente a la parroquia San Juan Bautista de Coquimbo, manifestó que “siempre es importante la formación de cada uno como catequista, para así poder entregar una buena formación evangélica a las personas, sobre todo en el caso de los niños y niñas, especialmente en lo que respecta a la catequesis para personas en situación de discapacidad, tema que de por si es muy importante porque debemos ser como Cristo quiere, todos iguales, llenos de amor y que no existan diferencias entre nosotros como hermanos en la fe”.
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