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La comunidad de la parroquia Divino Salvador de Ovalle celebró la festividad de San Viator, al igual que miles de católicos en todo el mundo.
Dicha celebración se realizó en la Sede parroquial, contando con la participación de representantes de las 9 Comunidades Ecleciales de Base, en una eucaristía presidida por el Párroco, padre Raúl Marchant, Clerigo de San Viator, acompañados por los diáconos Bruno Eccher y Víctor Mena.
Viator fue un joven que en su tiempo y ciudad destacó por el servicio a los niños de su comunidad como catequista, por su cuidado en el servicio a la Palabra como lector de la Biblia en las celebraciones de la Iglesia y por su fidelidad y disponibilidad hacia Justo, maestro y amigo.
Es así como el Padre Luis Querbes, pastor del pueblo de Vourles y fundador de los Clerigos de San Viator, encontró en él un modelo para una sociedad para asegurar la presencia de profesores Cristianos para su propia parroquia y las de las cercanías. Un santo joven, hombre de Dios, de vida espiritual óptima, comprometido con el educar cristiano al servicio de los niños y jóvenes.
Clérigos de San Viator
El Padre Querbes estableció en Vourles a principios de 1829 una escuela para la preparación de maestros laicos, la cual rápidamente fue reconocida oficialmente por el Real Consejo de la Instrucción Pública.
En 1835 este organizado grupo de maestros seglares se transformó en una comunidad de sacerdotes y hermanos con votos religiosos, y fue aprobada por la autoridad arzobispal de Lyons. Con la ayuda de los Jesuitas de Roma, el Padre Querbes consiguió que el Papa Gregorio XVI aprobara los estatutos de su nueva comunidad en 1838.
Bajo el gobierno del Padre Querbes la cantidad de miembros de la congregación se incrementó tan rápidamente que antes de la fecha de su muerte (Septiembre 1, 1859) ya existían tres provincias de la comunidad en Francia y una en Canadá; y los Clérigos, además de enseñar en muchas escuelas parroquiales, dirigían internados, una casa editorial bien equipada desde la cual publicaban un gran número de clásicos escolares y revistas educacionales, estableciendo en adelante la necesidad de cooperación entre el hogar, la iglesia y la escuela; pastor, padres y maestro en vista de lograr mejores resultados educacionales, como es el caso del Colegio San Viator en Ovalle.