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Las intensas lluvias y el temporal de viento que azotaron la zona durante el mes de agosto, junto con los daños del pasado terremoto, provocaron que la capilla “Nuestra Señora de las Mercedes” del pueblo de Mialqui, construida en el siglo XIX, quedara inhabilitada. Sin embargo, experiencias climáticas similares en años anteriores hizo que los fieles del sector, inspirados por la gracia de Dios, estuvieran preparados.
Y es que hace cuatro años la comunidad se encomendó al Señor y comenzaron a trabajar incansablemente para reunir los fondos que le permitieran contar con un nuevo Templo. Producto de este esfuerzo y sacrificio, la tarde del viernes 9 de octubre, en una Eucaristía presidida por el Arzobispo, Mons. René Rebolledo, en compañía del diácono Juan Carlos Verdejo, se realizó la bendición del lugar sagrado y de oración para los fieles del sector.
El año 2010 la señora Nélida Rojas llegó al pueblo de Mialqui y, junto a un grupo de fieles, comenzaron a trabajar para construir el anhelado templo. “Para nosotros es un momento de mucha alegría, ya que la antigua capilla está bastante averiada. Es una bendición para el pueblo contar con nuevo templo y significa también un desafío para la comunidad, participar y continuar dando testimonio de nuestra fe”, señaló.
En tanto Elsa Cortés, una de las precursoras del proyecto, manifestó: “debido a las condiciones que presentaba la capilla, con un grupo de pobladores decidimos comenzar a reunir el dinero que permitiera la construcción de un nuevo templo. Gracias a diversas actividades de recaudación de fondos y aportes de la misma comunidad pudimos concretar el objetivo. Queremos agradecer, además, a la señora María Inés Figari, quien constantemente nos estuvo apoyando en esta obra”.
Por su parte, don Juan Carlos Verdejo, administrador de la parroquia “Nuestra Señora de las Mercedes” de Carén, a la cual pertenece la comunidad, indicó: “valoro mucho el sacrificio y esfuerzo que ha tenido la comunidad, quienes al ver que su templo con el paso del tiempo se deterioraba cada vez más, se propusieron contar con un nuevo lugar en donde manifestar su amor al Señor. Hoy este sueño es una realidad, lo que se traduce en una gran alegría para los fieles, quienes podrán acudir a la capilla y celebrar los sacramentos, el culto y despedir a sus seres queridos que han partido”.