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Quedan algunos minutos para la celebración de la santa Misa y el P. Cornelio Fouchier se acerca a la imagen de la Virgen María, se arrodilla frente a ella y comienza a rezar el santo Rosario, acompañado de los fieles que comienzan a llegar hasta el templo parroquial “Sagrada Familia” del sector Sindempart en Coquimbo.
Momento previo a ingresar al templo, relató que su vocación estaba expresamente inspirado en el amor a nuestra Madre María. “Quise ser misionero desde muy niño. Quizá esa vocación se deba a que mi mamá me consagró a la Virgen María y es lo que el Señor quería para mi vida”, indicó el sacerdote.
Y es que fue un día especial, ya que en compañía del P. Eduardo Álvarez, párroco del sector, junto a numerosos fieles, el P. Cornelio se aprontaba a conmemorar 55 años de ministerio sacerdotal.
Vocación de misionero
El P. Cornelio nació en Tilburg, Holanda, el año 1936. Su inquietud misionera la tuvo desde pequeño, cuando cursaba el último año de enseñanza básica. Con 13 años comenzó a conocer el trabajo de los Misioneros de la Sagrada Familia, profesando sus Votos Solemnes a la edad de 22 años.
En 1961 fue ordenado sacerdote y al año siguiente le encomendaron la misión de venir a nuestro país. En Chile ha servido en Talca, Puente Alto, Tocopilla, Santiago, Calbuco, Hornopirén y Coquimbo.
“Cuando me destinaron a Chile no hubo mayores problemas, ya que había más de 60 colegas holandeses aquí trabajando. De todo este tiempo como sacerdote, lo que más me motiva es la celebración de la Eucaristía, en donde se coloca en medio de la gente el sacrificio y la redención de Cristo”, agregó el Misionero de la Sagrada Familia que, desde hace 7 años, llegó por tercera vez a servir en este lugar.
Fotografías: Fabián Martínez T.