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La Pastoral de Bailes Religiosos de la Zonal del Limarí “Niño Dios de Sotaquí”, realizó en el contexto del año de fe una peregrinación al Santuario Nacional de Maipú y de Nuestra Señora de Lourdes.
En esto Santuarios, los jefes y delegados de pastoral de los bailes recibieron una afectuosa acogida por parte de los sacerdotes rectores de dichos Santuarios Marianos, como representantes de la zonal del Limarí.
Durante su recorrido por dichos templos de abundancia espiritual, se encomendó el Plan de Trabajo 2013 en este año de gracia dedicado a la Fe, en el que se quiere redescubrir éste hermoso regalo dado por Dios en cada uno de los integrantes que componen los Bailes Religiosos.
Al llegar al templo dedicado a la Patrona de Chile, en Maipú, su rector el Padre Carlos Cox, les dio la primera reflexión, enmarcándolo en el año de la Fe y las palabras del Papa Francisco, les explicó el sentido de caminar, construir y confesar.
Caminar: bailamos en la presencia de Dios; es nuestra forma de expresar que estamos revestidos de Cristo. ¿Qué significa mi traje de danzante para mí?
Construir: Las piedras tiene consistencia, ¿Qué me ayuda a vivir el espíritu de comunidad en el baile, en la comunidad cristiana a la cual pertenezco?
Confesar: Por la promesa, vivimos la alianza con Dios, y nos confesamos hijos queridos de Dios (Mc 1,11). ¿Qué significa para mí la promesa?
Luego de la reflexión, participaron de la Eucaristía, en la que vivieron momentos intensos con Jesús Sacramentado. El primer momento fue la procesión de entrada, entre aplausos y la alegría manifestada por dicha comunidad de Maipú.
Por la tarde, asistieron al Santuario de Nuestra Señora de Lourdes. Allí, fuera de lo previsto, fueron acogidos con una Procesión con el Santísimo, de la cual tomaron parte los bailes del Limarí. Este fue el momento de más recogimiento, pues el sacerdote rector, Padre Aldo Fajardo, bendijo personalmente a cada uno con el Santísimo, siendo este signo el de mayor espiritualidad.
Al concluir la jornada, vivieron el Vía Crucis con meditaciones de la vida real y terminando con el tocar de la gruta que protege a nuestra Madre.