Renovada devoción al Sagrado Corazón de Jesús en “San Vicente Ferrer”
Un hallazgo providencial marcó el inicio de un nuevo tiempo de fe en la comunidad parroquial ovallina.

Durante trabajos de revisión y orden en el templo, se descubrió una imagen antigua del Sagrado Corazón de Jesús, de origen francés, que había permanecido oculta debido a las múltiples modificaciones realizadas en el retablo mayor a lo largo de los años.
La imagen, de gran valor histórico y espiritual, fue sometida a un proceso de restauración encabezado por el maestro de ceremonias de la parroquia. Tras un minucioso trabajo, se logró recuperar completamente su esplendor, permitiendo que volviera a ocupar un lugar central en la vida comunitaria.
La imagen restaurada fue solemnemente entronizada durante la Vigilia Pascual, convirtiéndose en un signo visible de la presencia amorosa de Cristo en medio de los fieles. Inspirados por este acontecimiento y acercándose la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, en junio de 2024 se organizó una Misa solemne para toda la comunidad. En aquella celebración, numerosos fieles se congregaron para profundizar en la devoción, recordando las promesas que Jesús reveló a Santa Margarita María de Alacoque a quienes practicaran con fervor esta espiritualidad: consuelo en las aflicciones, bendición en los hogares y la gracia de la perseverancia final, entre otros.
Motivados por esta devoción, nació la iniciativa de celebrar, cada primer viernes de mes, una misa especial en honor al Sagrado Corazón. En estas eucaristías se invita a la comunidad a comulgar y confesarse con frecuencia, buscando avivar la fe y la vida espiritual.
Luego de un año ininterrumpido de celebraciones mensuales, el pasado viernes 27 de junio la comunidad vivió con profunda alegría la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, ocasión en la que se renovó el compromiso de continuar con los primeros viernes y se anunció la anhelada formación de la Guardia de Honor, un grupo que custodiará espiritualmente el Corazón de Cristo.
El Pbro. Jorge Arancibia Mancilla, párroco de San Vicente Ferrer, comparte con emoción el impacto que ha tenido esta devoción en la parroquia: “La celebración del Sagrado Corazón ha sido toda una novedad en nuestra parroquia, primero desde que recuperamos la imagen que hoy nos preside en el altar mayor. Ha sido una bendición para toda la comunidad contar con la Misa y el Rosario cada primer viernes. Eso nos ha llevado a fomentar otras devociones hermosas, como la Adoración al Santísimo, que realizamos de martes a viernes antes de la misa, junto con el rezo del Rosario. Podemos ofrecer formación y conocimientos —y lo hacemos—, pero la espiritualidad es lo que marca verdaderamente el corazón de quienes nos visitan. Para nosotros es esencial que cualquiera pueda venir temprano a rezar, encontrar el templo abierto, con cantos gregorianos de fondo, y experimentar un ambiente de recogimiento. Además, contamos con una capilla de adoración permanente; aunque aún no es perpetua, estamos trabajando para lograrlo. Formaremos un grupo de adoradores para que nunca quede sola. También tenemos el Rosario de hombres una vez al mes y hemos participado en rosarios mundiales en honor a Nuestra Señora de Fátima. Hay una verdadera preocupación por cultivar lo celestial aquí en “San Vicente Ferrer”, añade el sacerdote.
La comunidad de Ovalle, inspirada por la fuerza de esta devoción y el testimonio de fe vivo que irradia la parroquia, se prepara con esperanza para seguir creciendo en el amor al Corazón de Jesús, bajo el firme anhelo de que cada feligrés pueda descubrir el tesoro espiritual que encierra esta antigua y siempre vigente devoción.
Galería