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“La ciudad de Ovalle, desde hace más de un siglo, sólo ha tenido una parroquia. (…) Por tal situación, hemos creído nuestro deber pastoral dotar a esta importante ciudad de una nueva parroquia”, de esta forma reza las primeras líneas de la carta fundacional de la comunidad “El Divino Salvador” que conmemoró un nuevo aniversario desde su creación, el año 1958.
Fue entregada en un primer momento a la orden franciscana belga, quienes estuvieron presentes hasta inicios de la década de los 80, tiempo en que los Clérigos de San Viator comenzaron a servirla y hasta la actualidad.
Con una Eucaristía, presidida por el Arzobispo Mons. René Rebolledo y concelebrada por el párroco, R.P. Raúl Marchant, se conmemoraron los 56 años, aniversario que ocurre el 6 de agosto, día de La Transfiguración del Señor, fiesta patronal. En la celebración estuvieron presentes los diáconos permanentes, Víctor Mena y Bruno Eccher, junto a Alex Robles, diácono residente en La Serena pero que en la ocasión quiso compartir con la comunidad que lo vio nacer espiritualmente.
Los fieles de la parroquia, agrupados en la Pastoral Juvenil, Encuentro de Mamás en el Espíritu (E.M.E.), el baile religioso “Nuestra Señora del Carmen”, entre otros, participaron de la Eucaristía. Además, estuvieron presentes autoridades como el concejal Héctor Maluenda y el Consejero Regional, Hanna Jarufe.
El párroco, R.P. Raúl Marchant, tuvo sentidas palabras de agradecimiento a toda la comunidad que cada día colabora por continuar en la labor de la Misión Territorial y manteniendo en pie las actividades de la parroquia. También destacó que en los 10 años en que él la preside en su calidad de párroco la ha visto crecer en la línea de las Orientaciones Pastorales.
Por su parte, los feligreses manifestaron su agradecimiento, especialmente por el don de la Eucaristía “que nos hace uno con Cristo” y por la labor de la congregación al hacer de la parroquia “una casa de Comunión y Participación”.
Finalmente, Mons. René Rebolledo felicitó y agradeció el nivel de participación y organización de la parroquia, instándolos a todos, en especial a la Pastoral Juvenil, a continuar desarrollando la Misión Territorial y, de esta forma, ir en busca de los más alejados y así convocar a todos a la gran familia parroquial.
