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“Al despuntar el alba del 31 de mayo de 1900, ingresa a las aguas tranquilas de la bahía de Coquimbo el vapor Santiago, procedente de Antofagasta, con los salesianos Giovanni Gasparolli, Francesco Jano y Justo Pastore González”, narran las primeras crónicas de los Salesianos en La Serena sobre la actual Escuela Industrial Salesiana San Ramón de La Serena.
Una historia construida con trabajo y templanza, tal como decía el fundador de la obra salesiana Don Bosco y, que a la vez, ha sido sintomática con los procesos socioculturales que ha enfrentado el país y la ciudad de La Serena. De esta forma, atravesando diversos hitos y coyunturas se construyó esta emblemática escuela para cumplir la tarea de educar y evangelizar a los jóvenes más vulnerables, formándolos como buenos cristianos y honestos ciudadanos.
Darwin Arros, profesor de historia y geografía del colegio, repasa los hitos que marcan la trayectoria de la primera escuela salesiana fundada en el Siglo XX y la novena presencia a nivel nacional. “Don Bosco incentivó la creación de escuelas en todo el mundo, enfocadas a la población más vulnerable, con la idea de sacar a los jóvenes de la pobreza cultural y física, entregandoles las herramientas necesarias para ello”, describió el docente.
En 1894, la vecina serenense, Sra. Isabel Varela Varas, atendiendo las gestiones del Arzobispo Florencio Fontecilla y deseosa de hacer el bien, entrega su propiedad ubicada en el sur de la ciudad al Provincial de los Salesianos, Monseñor José Fagnano, con la única obligación perpetua de celebrar Misas en su nombre. Esta casona es transformada por los salesianos, no tan sólo en una escuela como lugar de aprendizaje, sino también en un patio para encontrarse con los amigos y un lugar para cobijarse en María Auxiliadora, cuya primera capilla la construyen a las pocas semanas de funcionamiento, con el objetivo de acrecentar la fe en Dios, entender la Palabra de Jesús e imitar a don Bosco.
Bajo el nombre de Escuela León XIII, en honor al Papa autor de la encíclica Rerum Novarum, comenzaron a funcionar los talleres de carpintería y zapatería. Sin embargo, la enseñanza se vio interrumpida por 5 años, debido a las dificultades económicas y a la alta demanda de la población. Conscientes de la gran cantidad de niños sumidos en la pobreza y el abandono, en 1910 el Obispo de La Serena, Monseñor Ramón Ángel Jara, solicitó la reinstalación en la ciudad de la Congregación Salesiana y debido a su decidido apoyo es que la escuela lleva su nombre, primero como Escuela Salesiana del Trabajo San Ramón, para posteriormente denominarse Escuela Industrial Salesiana San Ramón de La Serena.
Educación al ritmo de los tiempos
En la gélida mañana del 31 de mayo del 2019, la Comunidad Educativa Pastoral celebró sus 119 años, rememorando la historia de una obra educativa de un hombre santo y visionario, su fundador Don Bosco. De aquellos tiempos hasta la actualidad, la Escuela Industrial Salesiana trabaja con templanza al ritmo de los procesos de la historia de Chile, con sus reformas educativas y las actualizaciones en materia de las especialidades técnico profesionales.
“Este colegio ha sabido ir al ritmo de los tiempos, ha tenido la posibilidad de ver lo que ocurre en la sociedad en general, lo que necesita el mundo de hoy y, de esta manera, ha actualizado y renovado la formación técnico profesional de los alumnos. Ha tenido también la sabiduría para conservar todo el modelo formativo acorde a los principios valóricos del Evangelio y mantener las exigencias dentro del marco legal que rige a la educación del país”, señaló la rectora Enriqueta Villalobos Castillo.
