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Durante la homilía, el arzobispo René Rebolledo Salinas, invitó a los presentes a hacer un minuto de silencio y de oración en memoria de estos catequistas. La comunidad parroquial se unió con emoción al ver que parte significativa de los que recibieron el sacramento fueron guiados por estos catequistas recientemente fallecidos.
Por su parte el párroco, Pbro. Ariel Robledo Díaz, detalló: “Hoy, al celebrar la confirmación de estos 30 jóvenes, no puedo dejar de reconocer la importancia de la labor de Wladimir y Carlos. Su enseñanza trasciende la vida terrenal y se refleja en el crecimiento espiritual de quienes tuvieron el privilegio de recibir sus sabias palabras. La comunidad los apreciaba enormemente, y hoy, al ver el fruto de su labor en la confirmación de estos jóvenes, sentimos su presencia y amor que perdura. Que Dios los tenga en su gloria, y que la luz de su amor continúe guiándonos en este camino de fe que construimos juntos como comunidad”.
Los jóvenes también recibieron formación de la catequista Violeta Rojas Bracho, mostrando la fortaleza de la comunidad en medio de la pérdida. Esta celebración resalta el legado perdurable de los catequistas, quienes dejaron enseñanzas profundas sobre seguir el camino del Señor hasta el último día de sus vidas.
Los confirmados llevan consigo el valioso legado y la inspiración de quienes los guiaron en su camino de fe.