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Las víctimas y damnificados del reciente terremoto y maremoto en la región de Coquimbo están presentes en las intenciones de todas las santas misas que se celebran en templos de la Arquidiócesis de La Serena.
También en cada uno de los templos católicos de las provincias de Elqui y Limarí se ha hecho oración agradecida por las personas, especialmente jóvenes, que se han sumado como voluntarios y colaboran en labores de limpieza con las familias que han resultado más afectadas por el terremoto y tsunami, especialmente en Coquimbo y Tongoy, recibiendo con gratitud las palabras del Papa Francisco que pidió consuelo a los afectados por la desgracia.
“El Santo Padre Francisco, apenado al conocer la noticia del fuerte terremoto que ha ocasionado víctimas, heridos y daños materiales, ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos y eleva fervientes plegarias al Señor para que conceda su consuelo a los afectados por la desgracia e inspire en todos sentimientos de esperanza cristiana y de solidaridad fraterna para superar la adversidad”, señala la declaración del Vaticano.
Agrega el mensaje del Papa Francisco que “Su Santidad desea expresar su más sentido pésame a los familiares de los difuntos y su paterna solicitud y sentimientos de cercanía a los heridos y damnificados, mientras imparte de corazón la bendición como signo de afecto al querido pueblo chileno”.
Con sentimientos de honda gratitud recibió el Mensaje del Papa Francisco el Arzobispo de La Serena. "Podrán imaginarse que son sobre todo sentimientos de gratitud al recibir el Mensaje del Santo Padre. Él manifiesta sus sentimientos de pena al recibir información sobre el terremoto y expresa su cercanía a las víctimas, heridos y a cuantos han perdido sus bienes. En especial ofrece oraciones por los fallecidos y también por sus familias. Nos sentimos confortados al recibir la bendición del Santo Padre y saber que reza por nosotros. Su palabra nos da esperanza y las muestras de su cercanía nos fortalecen”, manifestó Monseñor Rene Rebolledo.
En estos días la Iglesia católica, además, está recibiendo aportes para ir en ayuda de las familias damnificadas por el terremoto y maremoto, disponiéndose como centros de acopio la Parroquia de Lourdes, en La Serena; la Parroquia San Pedro, en Coquimbo; Parroquia San Vicente Ferrer, en Ovalle; y Parroquia Inmaculada Concepción en Vicuña, donde se está solicitando principalmente artículos de aseo, como cloro, guantes, bolsas de basura, mascarillas y bidones de agua purificada.
Junto con apoyar con voluntarios católicos en labores de limpieza y coordinar la entrega de ayuda a familias damnificadas, la Iglesia también inicia su propio catastro de daños, debido a que varios templos en el Elqui y Limarí resultaron afectados producto del terremoto y se debe cuantificar la magnitud de los problemas, caso a caso.
