Lunes 21 de Septiembre, 2015
Tongoy se levanta

Familia mantiene viva su esperanza encomendándose a la Virgen de Andacollo

 


Tras el tsunami don Raúl García y su esposa, Ilda Zambra, lo perdieron todo. Sin embargo su fe está intacta y confiados en el Señor aseguran que saldrán adelante.

No necesitan presentación, puesto que gran parte del país ya conoce su historia. Producto de la catástrofe don Raúl García y su esposa Ilda Zambra lo han perdido todo. La fuerza del mar destruyó su hogar y el negocio que sustentaba a su familia, una vulcanización afamada en el sector, muy concurrida por los turistas que acostumbraban a visitar Tongoy en época estival o fines de semana festivos, como Fiestas Patrias.

Del local comercial no quedaron rastros, su hogar quedó en pie, pero el agua y arena dejaron todas sus cosas inservibles. Mientras clamaban por ayuda, la señora Ilda con lágrimas en sus ojos relató: “No nos quedó nada, de la vulcanización y el negocio de mi hija, no quedó rastro. Al principio no quisimos salir, luego tuvimos que arrancar y apenas pudimos. Yo perdí de vista a mi marido, gracias a Dios un carabinero lo encontró y lo subió a su vehículo para ponerlo a salvo y yo logré salir por obra de un jovencito de muy buena voluntad que en su camioneta me llevó a un lugar seguro. Fue un milagro del Señor el estar con vida”.

Con una gran entereza y fe agregó: “He sufrido mucho, pero Dios me conforta, somos muy creyentes. Lamentablemente con el maremoto perdimos un altar que teníamos donde prendíamos velas para rezar. Soy devota de la Virgen de Andacollo y a Ella le clamo por ayuda, que junto a mis hijos que están en el cielo intercedan por nuestra familia, para que el Señor nos acompañe e ilumine para salir adelante”.

Por la edad de don Raúl, el próximo 7 de octubre cumple 87 años, prefieren no asistir a los días de fiesta en el Santuario “Nuestra Señora del Rosario de Andacollo”, ya que por el calor y gran cantidad de personas que concurren podrían sufrir algún problema físico o de salud. No obstante, eso no es impedimento para visitar a su chinita y todos los meses viajan hasta la montaña sagrada para agradecerle y entregar su oración a la Virgen Santa.

Todos ayudando, ¡Todos a ayudar!

Futuros sacerdotes y futuros carabineros encabezaban las labores de limpieza al interior de la casa de don Raúl. Y es que los jóvenes que se forman en el Seminario Mayor “Santo Cura de Ars” y en la Escuela de Carabineros de Ovalle, con palas y carretillas sacaban los escombros y metros de arena que inundaron el inmueble. Durante la jornada, fueron acompañados también por familias y voluntarios provenientes de distintos puntos del país.

“En momentos como este, es necesario unirnos como pueblo. Resulta gratificante aportar con nuestra vocación desde el trabajo, haciendo vida la parábola del Buen Samaritano. Experiencias como esta hacen que sintamos nuestros corazones rebosantes del Señor. Hemos visto también como muchos jóvenes han estado colaborando, pero nos gustaría ver a muchos más, que junto a la oración también nos preocupemos desde el mismo lugar por acompañar a las familias y aportar con trabajo, esfuerzo y alegría”, enfatizaron los seminaristas Eduardo Herrera, Fernando Toro y Héctor Calderón.

“Llegamos temprano a ayudar a don Raúl, amigo nuestro desde hace años y queremos aprovechar de hacer un llamado a la gente, decirle que esto está recién empezando, hace falta mucho para limpiar y recuperar lo que era Tongoy, es necesario más voluntarios, más manos que vengan a trabajar y recuperar las condiciones de habitabilidad del pueblo”, señaló la familia Muñoz Barraza quienes desde el pueblo de Limarí acudieron a colaborar.

Muy agradecida quedó la familia, quienes al menos ya cuentan con su casa despejada y ahora comienza la dura labor de limpiarla, reconstruirla y volver a empezar. El balneario de Tongoy de a poco comienza a levantarse, los escombros ya se están retirando, pero aún es mucho el trabajo y la ayuda que se necesita. “Estamos solicitando útiles de aseo, para desinfectar las casas, frazadas, ropa de cama, colchones y marquesas, para poder dormir ya que el piso aún está húmedo. También prendas de vestir, tanto para hombres, mujeres y niños. Asimismo, alimentos no perecibles y agua”, sostuvo Pamela Muñoz, secretaria de la parroquia “Santa Rosa de Lima” del lugar.

Mientras tanto, don Raúl y doña Ilda confían que los peregrinos que llegarán el próximo 4 de octubre hasta el Santuario de la Virgen de Andacollo, tendrán entre sus oraciones a los afectados por el terremoto y tsunami, para que puedan salir adelante con la fe firme y confiados en que la mano del Señor iluminará  a muchas personas que, en espíritu solidario, aportarán con más que un granito de arena.

 

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