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Estudiantes, profesores, paradocentes, administrativos y directivos llegaron hasta la capilla “San Alberto Hurtado” del Campus Guayacán en Coquimbo, para juntos vivir la celebración de la Eucaristía, que fue presidida por el Arzobispo René Rebolledo, en compañía del P. Ariel Robledo, asesor de Pastoral, P. Alejandro Silva, quien se desempeña como docente, y el P. Erwin Hernández, con la cual conmemoraron el 60° Aniversario de la Universidad Católica del Norte como institución educativa.
Posterior a la santa Misa, el Departamento de Pastoral y Cultura Cristiana invitó a todos los presentes a participar de una chocolatada fraterna, transmitiendo el espíritu de celebración y unión en Cristo.
Las actividades continuaron con el acto central en el Salón Auditorio del Campus, donde además entregaron medallas de reconocimiento a los funcionarios que cumplieron 10, 20 y 30 años de servicio en la Universidad.
Un poco de historia
La institución nació el 31 de mayo de 1956 bajo el nombre de “Universidad del Norte”, gracias a la iniciativa de un grupo de sacerdotes de la Compañía de Jesús y su benefactora, señora Berta González de Astorga. Fue la octava universidad que se fundaba en nuestro país y la tercera de vocación católica.
En marzo del año siguiente 100 estudiantes y 20 profesionales daban inicio a sus clases, al alero de la Universidad Católica de Valparaíso. Siete años después fue reconocida por el Ministerio de Educación logrando su autonomía. A fines de los años 60, se establece la sede del Campus Guayacán en la ciudad de Coquimbo.
Desde el norte y para el norte
En conversación con la revista Arquidiocesana “Koinonía”, el Vicerrector de sede del Campus Guayacán, Francisco Correa Schnake, destacó: “la idea original con que surge la Universidad fue aportar y fortalecer la cultura nortina, que tenía muchas carencias de posibilidades de formación (…) y pone el acento en la evangelización de la cultura, cuyo rol es incorporarse al desarrollo en la zona donde se ubica y desde ahí educar: desde el norte y para el norte”.
Asimismo enfatizó: “mi anhelo es que la Universidad y la sede siga creciendo, que le preste cada vez mejores y más servicios a la región. Que sea capaz de irradiar más allá de Coquimbo y La Serena (…) quiero ver crecer esta institución, no sólo en capacidades de carreras nuevas que puedan ser necesarias para la región, sino también en proyectos nuevos, en grupos de investigación que ayuden a la zona a darle un valor agregado a los productos naturales que tiene, entre otros aspectos”.
Fotografías: Depto. Pastoral y Cultura Cristiana UCN, sede Coquimbo
