| Tweet |
|
Con gran alegría y dispuestos a renovar su espíritu, los sacerdotes diocesanos de la Arquidiócesis, vivieron los encuentros de oración, reflexión y silencio en la Casa de Espiritualidad “Teresa de Los Andes” en Auco.
Fueron 5 días, del 8 al 13 de marzo, en los cuales tuvieron su retiro anual, el cual por primera vez se realizó fuera del territorio de la Arquidiócesis. Cabe destacar también, que estuvieron en compañía del Arzobispo Mons. René Rebolledo, iniciando precisamente el día en que el Pastor cumplió un año de ministerio en La Serena. En esta ocasión, las meditaciones estuvieron a cargo del Pbro. Rafael Villena, sacerdote diocesano de Talca.
El P. José Manuel Tapia, párroco de la recién creada parroquia “Santísima Trinidad” señaló: “este retiro es un momento de confrontar nuestra vida, vocación y servicio, con la Palabra del Señor. Porque es la palabra de Él, especialmente en el Tiempo de Cuaresma, la que debe resonar en cada uno de nosotros. Pedimos a todos los fieles que nos acompañen con su oración y que para cada uno de mis hermanos sacerdotes, sea un tiempo favorable de renovación”.
Por su parte, el P. Rafael Rojas, párroco en “San Francisco de Borja” de Combarbalá, enfatizó la importancia del retiro anual. “Para nosotros los sacerdotes, que tenemos gran cantidad de actividades pastorales durante el año, es muy importante la oración, porque sin ella uno no tendría la fuerza para hacer el apostolado. Por tal razón, es muy importante tener diariamente momentos de reflexión y, asimismo, cada cierto tiempo retiros espirituales, instancias que son fundamentales para renovarse y retomar fuerzas para iniciar el año pastoral”, indicó.
En tanto, Mons. René Rebolledo se manifestó “muy agradecido del Señor por esta oportunidad extraordinaria de realizar por primera vez el retiro anual con el clero de la Arquidiócesis”. Destacó, igualmente, “la maravillosa posibilidad de realizarlo en un Santuario tan apreciado para nuestro pueblo, en Auco, lugar de gracia y de bendición”. La experiencia, sin duda, resulta ser muy significativa, expresó el Pastor: “a un año preciso de haber asumido en La Serena, el Señor nos regala esta ocasión para manifestarle nuestro agradecimiento, contemplar el camino recorrido, recordar la extraordinaria benevolencia y fidelidad de los fieles, como también otros aspectos relacionados más directamente con el clero y, a la vez, disponernos espiritualmente al año pastoral 2015”.
